Hace calor. El sol nos abrasa la piel a la sombra de estos altos, altísimos árboles. Y no hay nadie. Solo tu y yo. Tal vez alguien pase de vez en cuando por detrás nuestra pero... No es nadie que realmente importe.Tal vez necesite beber agua, pero no quiero moverme de aquí. Me tiró al suelo y abrazo el césped, estiro las piernas y encojo la barriga. Me río, sin saber muy bien por qué, tal vez, tus tonterías y memeces, sí, será eso...Te abrazo, miramos a la gente pasar, pero, shh, mira, está anocheciendo, la puesta de sol, sí, es preciosa, llevo un rato mirando. La hora... Es temprano. Pero para mí es tarde. Vuelvo a mirar el cielo, ya no veo el sol, aunque sigue naranja, rosa, esos colores que tiene al anochecer. Y tú, me miras, como siempre o tal vez como nunca, mientras me acaricias. ¿Ya es de noche? No me había dado cuenta. Miro la hora. Es temprano, pero para mí... Es demasiado tarde. ¿Qué quieres? Deja de acariciarme, de morderme, deja de hacerme sentir bien, porque es demasiado ...