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Podría contarte un secreto... pero tú no podrías entenderlo.
La naturaleza me llama, pero no como piensas.
Me gusta aspirar el aire muy, muy fuerte para que se me quede todo dentro, soy egoísta, lo considero mío... Pero si quieres... podría compartirlo contigo.
Exhalar cada suspiro que provenga de tu boca o quizás, sea más divertido inhalar el de otra.
Me gusta mirar el cielo, sea de día o de noche. Me gusta buscarle forma a las nubes y me encantaría dibujar o fotografiar todas las etapas que van pasando. Es precioso.
El cielo brilla, y me encanta. Me duelen los ojos si miro hacia arriba, o a cualquier lado, tiendo a guiñarlos. Pero me gusta.
La noche es perfecta, oscura, fugaz o larga... Depende de que quieras hacer... Y si abro los brazos sentiré que vuelo, al sentir esa brisa maravillosa que mueva mi pelo.
Y si miro hacia arriba, veré las estrellas, si, pocas, lo sé. Pero puedo ver más de un par de ellas... Y la luna, tan preciosa, redonda... Mágica. Te invita a soñar esta noche... O tal vez tengas suerte, y puedas realizar tu sueño.
De nuevo, me sitúo de día, dejando atrás el viento, hablaré de la tierra. Ninguna sensación tan formidable como tirarte en un césped regado. Olor a fresco y verano.
¿Y arrastrar los pies por el alvero? Levantarás el polvo, cosa de críos... Pero me sigue gustando.
Enterrar los pies en la tierra de la playa, sentir la arenilla entre las uñas y los dedos, y correr dejando grandes huellas... Nada como eso.
La playa... Me invita a hablarte ahora del agua.
El elemento que quizás, más me guste, por el simple hecho de que es el único que puede apaciguar el fuego, mi elemento.
Tirarte de cabeza y descender hasta el fondo, tocar con la nariz lo más profundo y subir a la superficie para chapotear un rato. Nadar... y nadar.... y nadar.... ¿Algo mejor que esto?
Y mirar el mar, cuando se pone el Sol, el mar se lo traga, y se refleja en él como si fuera.... NO tengo adjetivos para eso, es algo maravilloso. Podría pasarme horas y horas tan solo mirando el mar... Es solo su olor.... Es solo escucharlo...
Y desviándome del tema, ahora le llega el turno a mi elemento. El fuego. ¿Verlo? Simboliza la destrucción, y lo quiero lejos. Yo busco el fuego en otro sitio: En el interior de las personas. Ese fuego que te incita a luchar, a defender tus ideas, a creerte más que nadie, que puedes... Ese fuego... que te incita a probarme, a actuar con pasión, y echarle ganas a todo aquello que hagas.
La naturaleza me llama, pero no como piensas...
Podría contarte un secreto... pero tú no podrías entenderlo.. ;)

~CP~