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Si tú supieras y yo te contara...
Que acaba de encenderse una bombilla.
Si tú supieras y yo te contara...
Que me ha dado por abrir los ojos pero ahora el viento me azota fuerte en la cara y es cuando necesito guiñarlos para poder ver mi camino. Que toda la arenilla que vuela me hace daño, me araña y me molesta de una forma que nunca podrás imaginarte, o quizás sí, tú lo sabes. Tú siempre lo sabes. Porque esta molestia es necesaria para que mis ojos se acostumbren al viento.
Si tú supieras y yo te contara...
Que mis brazos se han hecho demasiado largos y pesan, porque necesito sostener algo, como siempre he hecho, y ahora no hay nada. Pero estás tú. Que no sé de donde has salido, pero tienes los brazos perfectos para sujetarme cuando me tambaleo. Y lo sabes, tú siempre lo sabes.
Si tú supieras y yo te contara...
Que mis noches ya no son noches, ni siquiera días, y el tiempo se ha hecho de rogar, a veces lento, a veces rápido y se burla, porque sabe que una sola noche me bastó para saberlo. Una. Ni más, ni menos. Y luego viene el resto. Porque ella no fue única. Y es la pequeña locura que me hace dudar, ¿siempre habrán más? ¿Lo sabes tú? Tú siempre lo sabes.
Si tú supieras y yo te contara...
Lo mucho que me frustra que estés siempre delante, que sepas qué me pasa, qué sepas donde tocar para que despierte y también para que duerma. Y lo odio, odio que lo sepas siempre todo. El control quería tenerlo yo, siempre debo dominar cada situación, pero contigo, no.
Si tú supieras y yo te contara...
Que la acabo de encontrar y es gracias a ti.
¿Quiero? ¿Puedo? La puerta está ahí.
Las respuestas están ya. Ahora solo necesito pasar.
#Cindyfresi
Que acaba de encenderse una bombilla.
Si tú supieras y yo te contara...
Que me ha dado por abrir los ojos pero ahora el viento me azota fuerte en la cara y es cuando necesito guiñarlos para poder ver mi camino. Que toda la arenilla que vuela me hace daño, me araña y me molesta de una forma que nunca podrás imaginarte, o quizás sí, tú lo sabes. Tú siempre lo sabes. Porque esta molestia es necesaria para que mis ojos se acostumbren al viento.
Si tú supieras y yo te contara...
Que mis brazos se han hecho demasiado largos y pesan, porque necesito sostener algo, como siempre he hecho, y ahora no hay nada. Pero estás tú. Que no sé de donde has salido, pero tienes los brazos perfectos para sujetarme cuando me tambaleo. Y lo sabes, tú siempre lo sabes.
Si tú supieras y yo te contara...
Que mis noches ya no son noches, ni siquiera días, y el tiempo se ha hecho de rogar, a veces lento, a veces rápido y se burla, porque sabe que una sola noche me bastó para saberlo. Una. Ni más, ni menos. Y luego viene el resto. Porque ella no fue única. Y es la pequeña locura que me hace dudar, ¿siempre habrán más? ¿Lo sabes tú? Tú siempre lo sabes.
Si tú supieras y yo te contara...
Lo mucho que me frustra que estés siempre delante, que sepas qué me pasa, qué sepas donde tocar para que despierte y también para que duerma. Y lo odio, odio que lo sepas siempre todo. El control quería tenerlo yo, siempre debo dominar cada situación, pero contigo, no.
Si tú supieras y yo te contara...
Que la acabo de encontrar y es gracias a ti.
¿Quiero? ¿Puedo? La puerta está ahí.
Las respuestas están ya. Ahora solo necesito pasar.
#Cindyfresi
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