146 - Vuelta a la rutina
Camiseta azul, pantalones negros
pero como nunca he sido de apreciar lo materialmente explícito
he olvidado cómo se mira un cuerpo con ropa
y mi siempre pudorosa vergüenza,
buceará pasando desapercibida, sin respirar entre la gente.
Pero cuando te quites la camiseta azul y los pantalones negros,
seré débil y esa vergüenza escondida
como si siempre hubiera sido esa su única y verdadera función
llevará a cabo el completo ritual de hacer erizar mis vellos,
calentará mi piel, llevará la sangre a mis mejillas
que rojas van a saludarte e invitarte al ensueño:
seducirte,
hacerme ver más guapa,
desplegar todas las sútiles artes
para que,
quizá,
estés siendo tú quien las despliega y yo caigo rendida.
Volveré a renovar el carnet de la seducción egoísta
y enmendar cada pensamiento fugaz que
quiera o no quiera,
se han escapado sin permiso.
Me pondré un propósito,
solo uno
pero siempre el mismo, para caer de nuevo en tu extracto.
Todo lo que no sea eso, será basura
tiraré todo lo que no pertenezca a esa fragancia,
reciclaré cada recuerdo cuando tengamos una pausa.
Me levantaré cada mañana con una promesa en los labios
tan cálida como un beso,
un beso estampado por una máquina de troquelado.
Tú volverás, siempre, como si siguieras un manual de instrucciones.
Yo tendré la conciencia tranquila, tenga -o no- buenas intenciones
y te diré una mentira tras otra, pero mis ojos nunca te van a engañar.
Entonces llegarás con tu camiseta azul y tus pantalones negros,
pero como nunca he sido de apreciar lo materialmente explícito
y he olvidado cómo se mira un cuerpo con ropa...
Comentarios
Publicar un comentario