72
A veces me levanto y digo... ¿Qué mierda estoy haciendo aquí?
A veces, me miro y me doy asco y pienso que reviento porque no valgo nada.
A veces, durante segundos, me pregunto que pasaría si la vida hubiera sido distinta, si nunca hubiera nacido, si de repente me pasara algo y dejara de existir.
Pero es solo un momento y después despierto y pienso...
¿Por qué seguir luchando?
Porque merece la pena seguir jugando.
Porque me ha costado la vida llegar hasta donde he llegado, soy joven, muy joven, y sin embargo muchas personas no han conseguido llegar hasta aquí. Hasta la edad que tengo. A pesar de vivir en pleno siglo XXI las personas siguen muriendo cada día por infinidad de cosas, enfermedades, guerras, desordenes... En fin. Y yo sigo aquí. ¿Por qué? ¿Por qué yo? Tal vez, sin pensarlo, ni creerlo, tenga una función en la vida, ¿cuál? Pues no lo sé, pero si no sigo insistiendo no lo averiguaré nunca.
A veces considero que estoy sola, o que le importo a muy pocas personas, pero eso está en mi cabeza, pues hay personas que han hecho posible que yo siga aquí, ¿y qué menos que agradecerles su esfuerzo, continuando con mi eterna lucha? ¿No les sería grato observar que han movido pieza para algo? Porque no hay nada más frustrante que sentir que todo lo que has hecho no sirve de nada.
Y eso mismo, es otra razón para seguir luchando. El saber que al final conseguiremos algo, o tal vez no, pero la intriga del qué pasará me hace seguir avanzando.
A veces me siento realmente perdida, a veces no creo que pueda. Y sin embargo, sigo empeñada, esforzándome porque... Porque no sé. Tal vez por puro cabezonerío por decir... No podía, me costó, lo intenté, luché y lo conseguí a base de persistir.
Soy una persona tremendamente perfeccionista y continuamente necesito una lucha, una meta, un algo que hacer, que me motive, que me sienta arder la sangre.
¿Por qué seguir luchando? Porque el no hacerlo nos haría sentirnos muertos, porque el no hacerlo nos haría mediocres, comunes, acomodados e imbéciles. Porque luchar es vivir. Y porque vivir es luchar.
No sé tú pero yo... Me pasaría la vida luchando, sudando, agobiada y asqueada del juego, si es eso, el seguir en la partida, por esa misma razón, lucho cada día y seguiría luchando.
A veces, me miro y me doy asco y pienso que reviento porque no valgo nada.
A veces, durante segundos, me pregunto que pasaría si la vida hubiera sido distinta, si nunca hubiera nacido, si de repente me pasara algo y dejara de existir.
Pero es solo un momento y después despierto y pienso...
¿Por qué seguir luchando?
Porque merece la pena seguir jugando.
Porque me ha costado la vida llegar hasta donde he llegado, soy joven, muy joven, y sin embargo muchas personas no han conseguido llegar hasta aquí. Hasta la edad que tengo. A pesar de vivir en pleno siglo XXI las personas siguen muriendo cada día por infinidad de cosas, enfermedades, guerras, desordenes... En fin. Y yo sigo aquí. ¿Por qué? ¿Por qué yo? Tal vez, sin pensarlo, ni creerlo, tenga una función en la vida, ¿cuál? Pues no lo sé, pero si no sigo insistiendo no lo averiguaré nunca.
A veces considero que estoy sola, o que le importo a muy pocas personas, pero eso está en mi cabeza, pues hay personas que han hecho posible que yo siga aquí, ¿y qué menos que agradecerles su esfuerzo, continuando con mi eterna lucha? ¿No les sería grato observar que han movido pieza para algo? Porque no hay nada más frustrante que sentir que todo lo que has hecho no sirve de nada.
Y eso mismo, es otra razón para seguir luchando. El saber que al final conseguiremos algo, o tal vez no, pero la intriga del qué pasará me hace seguir avanzando.
A veces me siento realmente perdida, a veces no creo que pueda. Y sin embargo, sigo empeñada, esforzándome porque... Porque no sé. Tal vez por puro cabezonerío por decir... No podía, me costó, lo intenté, luché y lo conseguí a base de persistir.
Soy una persona tremendamente perfeccionista y continuamente necesito una lucha, una meta, un algo que hacer, que me motive, que me sienta arder la sangre.
¿Por qué seguir luchando? Porque el no hacerlo nos haría sentirnos muertos, porque el no hacerlo nos haría mediocres, comunes, acomodados e imbéciles. Porque luchar es vivir. Y porque vivir es luchar.
No sé tú pero yo... Me pasaría la vida luchando, sudando, agobiada y asqueada del juego, si es eso, el seguir en la partida, por esa misma razón, lucho cada día y seguiría luchando.
Comentarios
Publicar un comentario